La verdadera exaltación es el producto de una vida crucificada



La verdadera exaltación es el producto de una vida crucificada


~~~~~ Versículos de la Biblia ~~~~~
Filipenses 2:3-5 Nada hagáis por ambición egoísta o por vanagloria; antes bien con una mentalidad humilde, estimando cada uno a los demás como superiores a sí mismo; no considerando cada uno sus propias virtudes, sino cada cual también las virtudes de los otros. Haya, pues, en vosotros esta manera de pensar que hubo también en Cristo Jesús.




~~~~~ Palabras del ministerio ~~~~~
Ninguna otra cosa perturbaba más al apóstol Pablo que saber que los filipenses perseguían la vanagloria. Su mayor anhelo era que ellos llevaran una vida crucificada. Como ya vimos, esta vida es el propio Cristo que se despojó y se humilló. Cuando hacemos de esta vida crucificada nuestro modelo, la puerta de la resurrección se abre ante nosotros y nos da entrada al poder de la resurrección. Dios nunca nos exaltará si nos encontramos en una esfera de ambición y vanagloria. Cuanto más vanagloria busquemos, más vergonzosa será nuestra situación. Perseguir la vanagloria de ninguna forma es una gloria; antes bien, es una vergüenza. Asimismo, si en nosotros hay ambición, Dios nunca nos exaltará. Por el contrario, el resultado inevitable será que seremos humillados. La vida más elevada en la tierra es la vida crucificada. Siempre y cuando llevemos una vida crucificada, Dios nos introducirá en el poder de la resurrección y en dicho poder seremos exaltados.

En los años que llevo en la vida de iglesia, conocí a muchos hermanos que actuaban por ambición y vanagloria. Sin excepción, todos ellos terminaron mal .Es insensato tratar de competir en la vida de iglesia. Además, en la vida de iglesia nadie debe defender su reputación personal. Por supuesto, debemos defender el testimonio del Señor, pero no debemos reclamar ningún mérito, título ni rango para nosotros mismos. Si lo hacemos, nunca entraremos en el poder de la resurrección. Mi mayor anhelo es que en la vida de iglesia nadie busque su propia gloria. En lugar de ello, debemos seguir exclusivamente a Cristo. De este modo experimentaremos la vida crucificada.

Debido a que había ambición, egoísmo y vanagloria entre algunos miembros de la iglesia en Filipos, fue necesario que Pablo les hablara de Cristo como el modelo de una vida crucificada. A diferencia de otras epístolas suyas, Pablo presentó este modelo en Filipenses, debido a que la ambición y la vanagloria representaba un serio problema para los santos de esa ciudad. En tanto que los filipenses buscaran alguna gloria para sí mismos, la ambición estaría presente. Por consiguiente, Pablo les mostró que Cristo, el Hijo de Dios, tenía una posición muy elevada. Les indicó que aunque Cristo poseía la forma misma de Dios y el derecho de ser igual a Dios, Él no consideró el ser igual a Dios como cosa a que aferrarse, sino que se despojó a Sí mismo, tomando forma de esclavo y haciéndose semejante a los hombres. Y luego, siendo hallado en porte exterior como hombre, se humilló a Sí mismo haciéndose obediente hasta la muerte, y muerte de cruz. Los creyentes de Filipos que buscaban alguna posición o título, ciertamente necesitaban conocer a Cristo como el modelo de la vida crucificada.


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