INCREIBLES DETALLES DE HOMBRE QUE SE TIRO A LOS LEONES (Siete pasos de la humillación del Señor)

Siete pasos de la humillación del Señor --->









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~~~~~ Versículos de la Biblia ~~~~~
Filipenses 2:5-7 Haya, pues, en vosotros esta manera de pensar que hubo también en Cristo Jesús, el cual, existiendo en forma de Dios, no estimó el ser igual a Dios como cosa a que aferrarse, sino que se despojó a Sí mismo, tomando forma de esclavo, haciéndose semejante a los hombres.





~~~~~ Palabras del ministerio ~~~~~
[Parte 1 de 2]
En el versículo 5, Pablo declara: “Haya, pues, en vosotros esta manera de pensar que hubo también en Cristo Jesús”. Las palabras griegas traducidas “haya, pues, en vosotros esta manera de pensar” pueden traducirse también como “pensad, pues, esto en vosotros”. La palabra “esta” del versículo 5, se refiere a la palabra “estimando” del versículo 3 y “considerando” del versículo 4. Este modo de pensar estaba también en Cristo, cuando se despojó a Sí mismo tomando forma de esclavo, y cuando se humilló a Sí mismo, haciéndose semejante a los hombres (vs. 7-8). A fin de tener la misma manera de pensar de Cristo es menester que seamos entrañablemente uno con Él (1:8). Si hemos de experimentar a Cristo, tenemos que ser uno con El al grado de ser uno con Sus tiernos sentimientos internos y con Su modo de pensar.

El versículo 6 dice: “El cual, existiendo en forma de Dios, no estimó el ser igual a Dios como cosa a que aferrarse”. La palabra griega traducida “existiendo” se podría leer “existiendo desde el principio”, lo cual alude a la preexistencia eterna del Señor. La palabra “forma” se refiere a la expresión del ser de Dios, y no a Su porte exterior (He. 1:3); la forma se identifica con la esencia y la naturaleza de la persona de Dios y, por tanto, las expresa. Esto se refiere a la deidad de Cristo.
En el versículo 6, Pablo declara que Cristo no estimó el ser igual a Dios como cosa a que aferrarse. Aunque el Señor era igual a Dios, no estimó este hecho como cosa a que aferrarse; más bien, El dejó a un lado la forma de Dios (no la naturaleza de Dios) y se despojó a Sí mismo, tomando forma de esclavo.
En el versículo 7 leemos que Cristo “se despojó a Sí mismo, tomando forma de esclavo, haciéndose semejante a los hombres”. Cuando Cristo se despojó a Sí mismo, Él hizo a un lado lo que poseía, esto es, la forma de Dios. La palabra “forma” es la misma que aparece el versículo 6. En Su encarnación, el Señor no cambió Su naturaleza divina, sino solamente Su expresión externa, dejando a un lado la forma de Dios, y tomando la de un esclavo. Esto no significó un cambio de esencia, sino de condición. La palabra “haciéndose” al final del versículo, quiere decir, adquiriendo una nueva condición. De acuerdo con el versículo 7, Cristo se hizo “semejante a los hombres”. El hecho de que Cristo tuviera forma de Dios implica la realidad interna de la deidad de Cristo; y el hacerse semejante a los hombres, denota la apariencia externa de Su humanidad. Exteriormente, como hombre, tenía la apariencia de un hombre, pero interiormente, como Dios, tenía la realidad de la deidad. 

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