Magnificar a Cristo (3) parte
Magnificar a Cristo (3)
~~~~~ Versículos de la Biblia ~~~~~
Filipenses 1:20 Conforme a mi anhelo y esperanza de que en nada seré avergonzado; antes bien con toda confianza, como siempre, ahora también será magnificado Cristo en mi cuerpo, o por vida o por muerte.
Filipenses 4:4 Regocijaos en el Señor siempre. Otra vez diré: ¡Regocijaos!
~~~~~ Palabras del ministerio ~~~~~
(Parte 3 )
Cuando Pablo escribió su epístola a los filipenses, él ya era anciano. Seguramente los guardias pensaban que su encarcelamiento lo agotaría. Pero al contrario, Pablo estaba lleno de gozo y se regocijaba en el Señor. Estoy seguro de que él irradiaba a Cristo y lo expresaba. Dicha expresión era un testimonio viviente de la grandeza ilimitada de Cristo y una declaración de lo inagotable de Su persona.
Tarde o temprano, el amor humano se acaba, pero Cristo como nuestro amor nunca se agotará. Nuestra paciencia natural también tiene sus límites, pero Cristo como nuestra paciencia es ilimitado. Todos tenemos la capacidad de ser pacientes, pero sólo hasta cierta medida. De ahí en adelante, nos exasperamos y nos enfurecemos. Por ejemplo, un hermano puede tener paciencia con su esposa. Sin embargo, su paciencia llegará a un límite y se enojará con ella. Pero a pesar de que nuestra paciencia es tan limitada, Cristo como paciencia es inagotable e inmensurable.
Es muy probable que mientras Pablo estaba en la cárcel sufría maltratos; no obstante, al regocijarse demostró la grandeza ilimitada de Cristo. En particular, él dio testimonio de la paciencia inagotable de Cristo. Indudablemente Cristo era magnificado en el cuerpo físico del apóstol. Día tras día Pablo estaba feliz en el Señor. Su gozo no disminuía con el tiempo, y mediante su gozo, él exhibía al Cristo inmensurable que experimentaba y disfrutaba. De este modo, el apóstol expresó, presentó, exaltó y alabó a Cristo. No creo que Pablo se ofendiera con los carceleros ni que él los ofendiera a ellos. Más bien, pienso que él era un testigo viviente de Cristo que daba testimonio de la capacidad, el poder, la paciencia, el amor y la sabiduría de Cristo, los cuales son ilimitados. Seguramente los guardias consideraron a Pablo una persona extraña y peculiar, y que poseía algo que ellos no tenían. Lo que observaron en Pablo era en realidad a Cristo, siendo magnificado. En la cárcel, Pablo expresó al máximo la grandeza de Cristo. El magnificaba a Cristo con toda confianza tanto por vida como por muerte. Al magnificarlo de esta manera, el apóstol podía trascender sobre cualquier situación.
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