El Espíritu de Jesucristo

El Espíritu de Jesucristo



 Versículos de la Biblia 

Filipenses 1:19 Porque sé que por vuestra petición y la abundante suministración del Espíritu de Jesucristo, esto resultará en mi salvación.

Juan 7:39 Esto dijo del Espíritu que habían de recibir los que creyesen en Él; pues aún no había el Espíritu, porque Jesús no había sido aún glorificado.

~~~~~ Palabras del ministerio ~~~~~

El Espíritu de Jesucristo es “el Espíritu” mencionado en Juan 7:39. Este no es simplemente el Espíritu de Dios antes de la encarnación del Señor, sino el Espíritu de Dios, el Espíritu Santo con la divinidad, después de la resurrección del Señor, al cual se le añadió la encarnación del Señor (Su humanidad), Su vivir humano bajo la cruz, Su crucifixión y Su resurrección. El ungüento santo de la unción mencionado en Éxodo 30:23-25, un compuesto de aceite de oliva y cuatro clases de especias, es un tipo completo del Espíritu de Dios compuesto, quien ahora es el Espíritu de Jesucristo. En 1:19 no se menciona al Espíritu de Jesús, referido en Hechos 16:7 (gr.), ni al Espíritu de Cristo, en Romanos 8:9, sino al Espíritu de Jesucristo. El Espíritu de Jesús se relaciona principalmente con la humanidad del Señor y con Su vivir humano, en tanto que el Espíritu de Cristo se relaciona principalmente con la resurrección del Señor.

Si deseamos experimentar la humanidad del Señor, tal como se muestra en 2:5-8, necesitamos al Espíritu de Jesús. Además, para experimentar el poder de resurrección del Señor mencionado en 3:10, necesitamos al Espíritu de Cristo. El apóstol, en sus aflicciones, experimentó el sufrimiento que el Señor padeció en Su humanidad, y también experimentó Su resurrección. Por consiguiente, el Espíritu para él era el Espíritu de Jesucristo, el Espíritu compuesto, todo-inclusivo y vivificante del Dios Triuno. Tal Espíritu posee y es la abundante suministración para una persona como el apóstol, quien experimentaba y disfrutaba a Cristo en el vivir humano y en la resurrección de Cristo. Con el tiempo, este Espíritu compuesto, el Espíritu de Jesucristo, viene a ser los siete Espíritus de Dios, que son las siete lámparas de fuego que arden delante del trono de Dios, los cuales llevan a cabo Su administración en la tierra, a fin de efectuar Su economía con respecto a la iglesia, y los cuales son también los siete ojos del Cordero, que trasmiten a la iglesia todo lo que Él es (Ap. 1:4; 4:5; 5:6). 

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